En el mundo de la investigación hay una discusión tan antigua como la labor científica misma. Ésta gira en torno a determinar la relevancia de un trabajo científico, para algunos una polémica bizantina que no tiene una única respuesta pero que resulta clave para determinar algunas razones que nos llevan a encontrar un ganador de premios o reconocimientos como el otorgado por el Municipio de Medellín.
Algunos expertos parten desde la importancia científica, otros desde su aplicación en la vida de las personas, la oportunidad del momento o la necesidad que el entorno en el que se desarrolla. Internacionalmente a los investigadores se les reconoce la hoja de vida por su producción, su nivel de publicaciones, aprendices influenciados pero sobre todo por la importancia de su trabajo para la humanidad.
Hablamos con algunos ganadores del Premio Alcaldía de Medellín a la Investigación para conocer su perspectiva en este tema y ofrecer un panorama que tal vez pueda resultar útil en tiempo de postulaciones.
Para Gabriel Bedoya, distinguido en 2009 por una vida dedicada a la investigación y hoy jurado de esa misma categoría, la relevancia de una investigación parte desde la pregunta. Para el veterano profesor de la Universidad de Antioquia hacer un cuestionamiento preciso permite tener un punto de partida claro, una condición innata de inquisidor que debe tener el científico para poder resolver los problemas coyunturales que la sociedad necesita.
En este aspecto, el profesor Bedoya cree que hace falta regresar a la investigación de las ciencias básicas pues actualmente se han mezclado conceptos como el hecho científico de investigar con un desarrollo tecnológico como la innovación. En su concepto, este estudio es a largo plazo porque a partir de éste es desde donde se desarrollan realmente los países.
Por su parte Santiago Correa, coordinador del Grupo de Investigación en Bioingeniería (GIB) conformado por las universidades CES y EAFIT, considera fundamental profundizar la discusión alrededor de la investigación aplicada en nuestro medio. El ganador del Premio en la categoría a la investigación de mayor impacto del año 2012 por su trabajo en el desarrollo de implantes personalizados, considera que esta es una aproximación que apenas se hace en Colombia pues la academia ha estado alejada del mundo productivo.
“A mí realmente lo que más me interesa es que tenga transferencia en la sociedad por eso desde el planteamiento de la pregunta a resolver debe considerarse este aspecto. En otras palabras, preguntarse ¿qué hacer? Pero también ¿qué pasa después?”, expone Correa con contundencia. En este apartado EAFIT es un ejemplo en nuestro medio pues busca alianzas y estructuras de negocios que permitan generar ingresos por la comercialización de productos resultados de su trabajo investigativo.
Si buscamos un punto intermedio, el de Juan Sebastián Osorio puede darnos un encuentro entre el conocimiento puro y su aplicación en la “vida real”. Osorio, ganador del Premio Alcaldía de Medellín a la Investigación como estudiante de pregrado en 2009, ha desarrollado su carrera en las aulas universitarias de Colombia, Alemania o los Estados Unidos pero siempre buscando entregar soluciones prácticas que puedan apropiarse en las calles del mundo. Para él, ambos tipos de investigación se relacionan íntimamente pues desde el conocimiento que genera una se pueden explicar muchas cosas en el desarrollo de propuestas, son como los cimientos de un edificio.
Cualquiera sea la aproximación, los tres investigadores (vale decirlo, dedicados a la investigación aplicada) le otorgan un porcentaje alto del éxito a un sentimiento que va más allá de los libros o el conocimiento desarrollado: la pasión. Para Juan Sebastián Osorio esta es el impulso que lleva al científico a levantarse todas las mañanas y continuar buscando el camino correcto entre muchos equivocados, para finalmente encontrar la forma de entregar su conocimiento al servicio de los demás.
Gabriel Bedoya define esta característica del buen investigador, como cualquier profesional, como el resultado de la coordinación entre la aptitud (talento natural) y la actitud (voluntad de hacerlo). En su concepto es la única forma de encontrar el camino real al éxito. Mientras existan personas con la dedicación y persistencia para buscar respuestas, hombres y mujeres que siempre tienen nuevas preguntas, no importa si es en las ciencias básicas generando nuevo conocimiento o en la aplicación de nuevas soluciones desde la ciencia, siempre habrá espacio para encontrar investigaciones relevantes que hagan la vida de todos un poco mejor.