Jorge Mario Loaiza Rivera
Estudiante de Comunicación Audiovisual del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid; auxiliar de investigación Grupo GIC e integrante de Clubes de Investigación Sapiencia.
Debemos aprender a ver el mundo desde la relevancia de la investigación. Cuando afirmo esto lo hago entendiendo que investigar sin divulgar es no cumplir su objetivo. Cada día la investigación cobra mayor fuerza por el requerimiento humano de generar y apropiarse del conocimiento, pues no es coherente quedarnos a mitad del camino.
La divulgación e intercambio permanente de conocimientos, producto de la diversidad investigativa, es lo que propulsa y dinamiza el objetivo mismo del investigador.
Dicha dinámica posibilita la generación de sociedades orgánicamente interactivas que establezcan el uso y la adaptabilidad de parámetros innovadores complemento de la ciencia y la tecnología para, finalmente, redundar en su misión dentro de un proceso investigativo que aporte y facilite cada vez más las acciones dentro de la cotidianidad de la vida, en la medida en que se rompan esquemas de lo común y se soporten los fundamentos y directrices de su propio oficio.
Fortalecimiento del sistema
Esa transformación de la vida, o mejor aún esa construcción social, se complementa mediante el requerimiento inminente y consciente del Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación de nuestro país, Colombia, que trabaja a escala en los departamentos, municipios y las instituciones de educación superior y, en general, de la educación, con esfuerzos que aunque pequeños o lentos en suma serán necesarios para la construcción de país que los jóvenes queremos y requerimos como prioridad.

Fotografía: Jorge Loaiza.
Debemos por ende evitar el crecimiento de la errada idea que la investigación se fomenta y se desarrolla estructuralmente independiente o aislada a la misión educativa institucional del país, por el contrario se debe propender porque sea un proceso estrechamente relacionado, fusionado al universo del conocimiento, que sea una parte activa de la estructura educativa, articulada con la formación social.
La investigación debe ser un soporte de apropiación del conocimiento con la base de un camino que fundamenta la consolidación total de las competencias interactuantes de cada individuo en relación con su entorno social; es ese caminar en dirección del conocimiento aplicado que permite como resultado el progreso no solo individual sino colectivo de una sociedad.
La investigación no conoce de fronteras
El conocimiento, por tanto, debe trascender la rutina de la trasmisión sistemática y automática de lo existente generación tras generación y debe sumergirse en la necesidad constante de buscar lo desconocido, de indagar siempre lo inexistente; en fin, de aprender a ver con los ojos del disfrute esa magna profesión que surge de la pasión por la Investigación.
La historia, en el mayor de los casos, dará por sentado, con el paso del tiempo, que nunca nada será nuevo porque simplemente algún visionario, y además curioso, seguramente ya se habrá atrevido a ir a contracorriente, contra lo convencional. Ya hizo su intento por salir de lo habitual, para ir mas allá de lo evidente, y lo más seguro es que en un futuro lo que fue novedoso en el pasado ya sea parte de lo obsoleto.
Así que, en medio de un mundo globalizado, donde las fronteras del saber no tienen límite, mejor aún, no deberían existir, se puede concluir que falta todo por investigar y más aún falta el doble por divulgar.
Es necesario que la generación y la apropiación del conocimiento, además de inclinarse hacia su transmisión, lo posicione en parámetros de siempre dejarlo en un punto de vigencia constante frente a lo cual solo queda no parar y trabajar con pasión y acción masiva. Será esa búsqueda inagotable del saber la que finalmente perdure y viva sin jamás morir. En caso contrario, como humanidad, estaríamos acabados.
Por tanto, hay un deseo porque esa búsqueda cada día cobre fuerza y se renueve adaptándose a la sociedad y a su tiempo, con la satisfacción del progreso imparable que transforme y nos transforme, de aportar más luz al camino que provee la investigación.
No se requiere ser una celebridad de la investigación para trascender, esa es la virtud de tal estrategia en su propósito de buscar el conocimiento. La investigación es fuente inagotable del saber y que por sí sola ya hace historia en el tiempo; no se agota, por el contrario demuestra que sus adeptos son cada vez más jóvenes, aumentan sin parar, ¡Enhorabuena por la humanidad!